Detectives y vigilancia para grandes superficies comerciales, hoteles, ferias, exposiciones, locales públicos de gran concurrencia, congresos, eventos deportivos, eventos culturales y ámbitos análogos.

Servicios complementarios a la vigilancia uniformada

La vigilancia uniformada es evidente para el público. Esto es ventajoso en cuanto al efecto disuasorio que provoca. No obstante, la evidencia de su presencia también comporta un efecto negativo, en tanto en que es posible eludirla cuando el infractor se puede mover en un espacio amplio (una gran superficie comercial, una feria…). Por ello, muchas empresas requieren de un complemento a la seguridad uniformada, que pueda detectar aquellos hechos que, por la propia actuación de su autor, pasan desapercibidos al vigilante uniformado.

También derivado de la presencia evidente, una presencia “excesiva” de vigilantes uniformados puede comportar una sensación de inseguridad en el protegido.

Piénsese en la sensación que se produciría si, además de su presencia en la puerta, dos o más vigilantes deambularan permanentemente por el hall de un hotel.

Por último, peor sería la situación cuando el vigilante debiera centrar su observación en un sujeto concreto que, por determinadas circunstancias, es objeto de sospecha de ser un infractor.

Servicios en sustitución de los de vigilancia uniformada

En determinados eventos o espacios la presencia de vigilantes uniformados no se estima oportuna por la organización, en tanto en cuanto pueden incidir negativamente –posiblemente sin un motivo racional para ello– en la sensación de libertad y anonimato de los asistentes. Un ejemplo lo sería una feria o exposición donde lo que se pretende es que los asistentes toquen, prueben o consuman los productos expuestos. Si, a la inseguridad propia de algunas personas sobre lo que les está permitido o no, sumamos la presencia evidente de vigilantes, el resultado será un freno para el asistente respecto de aquello que, específicamente, la organización pretende. Pero el hecho de que no se desee la presencia de personal uniformado en el interior del recinto no significa que se pretenda prescindir de la seguridad, por lo que se requiere personal que no delate su presencia y que se limite a actuar, en la forma más discreta posible, frente a infracciones de terceros contra esos mismos asistentes.